Las Pasiones

¿Cómo empezar por describir una pasión? Podría decir que es algo brillante, que cada persona posee en su interior. 
Quizás escondido, y oculto al principio, pero que tarde o temprano aflora y se convierte en parte de uno para quizás jamás abandonarnos. 
El verdadero amor de nuestra vida. La razón de nuestro existir.
Podemos decir que tenemos una sola pasión; que no tiene final. Ya que es única para nosotros. La mantenemos en nuestro ser, la conservamos, la cuidamos. 
Pero me pregunto, ¿Son las pasiones lo que nos mantienen en pie? ¿Y si las perdemos por algún motivo en particular, qué es lo que queda de nosotros? Probablemente cenizas. Estaríamos destrozados. Como si nos arrancarán un brazo. Vivimos de pasiones. Vivimos siempre apasionados por algo. Si no, ¿De qué nos sustentaríamos?
Quizás sea algo a lo que nos aferramos. Nuestra tabla de salvación, nuestra vía de escape. Por que se siente en nuestro interior tan perfecto, eterno real.
En sí, la pasión es el éxtasis.
Todos intentemos buscar siempre aquello que nos apasiona.
Que nos haga olvidar de aquello que nos rodea.
Que aunque dure un instante, justifica haber vivido.
Quizás aquel minuto lo recordaremos toda la vida, de alguna forma para poder seguir existiendo.
Para algunos puede ser el arte, para otros la vocación, la escritura; el amor.
Es lo que nos permite tener la sensación de que vamos a trascender en este mundo. De que dejaremos nuestra huella de alguna forma, y no se perderá. 
Que aunque ya no estemos en este mundo, seguiremos viviendo. 
La pasión es la vida misma.

María Teresa Ciocchi.